lunes, 18 de mayo de 2009

Me atrevo a hablar por boca de él, aunque sea una seguidilla de desconocimientos. De chico quienes lo querian se preocupaban por su inquietud, ahora dirían hiperctividad. Un juego sumado a un riesgo, es una aventura, y de esas tuvo muchas, volvio a la casa con la rodilla ensangrentada, con la cabeza cortada, con barro en las zapatillas, con lagrimas contenidas, pero seguia probando, probandose. Fue quizas en una de esas, un golpe, imperceptible para los rayos, para las radiografías, para la atenta mirada medica. Desde ahí, Melanio perdio la conexion que hace que a un significante le sucedan varios significados. Solo quedo un hilo, liso, recto, llano, y la idea que la unica relación que una al primero con el segundo, es la reciprocidad.

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