viernes, 13 de noviembre de 2009

Su inspiración

Una de esas noches, desvelado por el calor, o por la luz que entraba de un cartel cercano, Melanio escribió unos parrafos. Descuidado como era, un compañero lo leyó en su trabajo. . En secreto, pues sabia el pudor de Melanio, le comentó, mientras ladeaban sus cuerpos tras un mingitorio: -Melanio, disculpame, pero me atreví a leer eso que apoyaste en tu escritorio. Definitivamente, por lo que vi, es talento lo que tenes.
Entusiasmado, la noche siguiente retomo su trabajo, lo termino en dos horas y reconoció que era posible hacerlo más rápido

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